miércoles, 22 de agosto de 2007

El Ártico en kayak de Mar

Hola a todos; hacía tiempo que queríamos colgar la crónica de este viaje en el blog del equipo pero ha habido que esperar un poco hasta que las fotos fueran publicadas...¡en una revista de pesca!

Antes de que algún kayakero extremista sufra un ataque al ver mezcladas estas dos actividades que parecen tan antagónicas como la pesca y el kayak en nuestros días (no desde luego para los que disfrutan del mar) paso a comentar el porqué de esta extraña “alianza”.

En Mayo de 2006 y con el apoyo logístico de Rocroi 3 coleguillas y yo mismo salimos de Sjobakken, en la costa del Ártico noruego, para hacer una travesía por aguas polares que ya hacía tiempo andábamos planeando desde un viaje anterior a Noruega.

En aquella ocasión nos sorprendió lo fácil que parecía pescar en ese mar así que para este recorrido nos decidimos a intentar hacer toda la travesía sin apoyo externo, a base de combinar las comidas típicas (pasta, arroces) con lo que fuéramos pescando...y el caso es que nos salió tan bien que a la gente de Federpesca les gustaron las fotos y las publicaron.

El Ártico es un paraíso para disfrutar de la calma que brinda un buen kayak de mar: lleno de islas e islotes, no demasiado frío (pasamos más frío en León, coño) y con una naturaleza que sorprende aunque ya se llegue allí con muchas ideas preconcebidas sobre lo que se va a encontrar. En algunas islas grandes es fácil acceder a colonias de aves marinas de miles de individuos, navegar entre focas y pequeñas ballenas o disfrutar viendo a nutrias marinas buscarse la vida entre las rocas de cualquier isla mientras competimos con ellas por un poco de pescado.

Además la navegación es muy segura excepto con fuertes vientos del oeste (que soplan de mar abierto), lo que anima mucho a gozar en aguas libres y encarar travesías entre grandes islas en las que a veces estás a más de 6 millas de cualquier tierra firme. Sin embargo es fácil extraviarse en muchos lugares al atravesar “nubes” de islotes, entre los que con frecuencia se pierde el rumbo bueno al ir entrando en pequeñas bahías ciegas o elegir mal el canal que los cruza; a cambio es fácil encontrar lugares maravillosos para acampar con playitas más propias de lugares mucho más cálidos por la blancura de su arena, formada por trocitos de corales de aguas frías, una pasada.

Lo más limitante: el agua potable; sólo se encuentra en las islas grandes, por lo que es aconsejable (y un poco durillo) llevar una pesada provisión de agua dulce como para estar dos-tres días navegando sin poder renovar nuestras reservas, para, en otras ocasiones, repentinamente entrar en un fiordo donde docenas de cascadas vierten su agua dulce directamente al mar desde los neveros situados más arriba.

Os dejo algunas imágenes que son para nosotros un recuerdo imborrable... fijaros que todas las fotos que tienen la costa al fondo son con el barco yendo de derecha a izquierda....tres semanas maravillosas de rumbo siempre al Gran Norte...



Texto: Carlos Rodríguez
Fotos: Juan Carlos G Durán y Carlos Rodríguez; Javier G Roces ha hecho de ellas fotos decentes con su saber hacer.
Todas las fotos son propiedad de Producciones Documentales BICHO









2 comentarios:

Borrasca dijo...

Joder, Bonito sitio y mejor experiencia.

Ole por las fotos.

Carlos dijo...

Has publicado algún artículo sobre esta travesía??? De donde a donde navegasteís?. Uno de mis proyectos es is al monte Stetind a escalar y a navegar con kayak por la zona. Disculpa mi atrevimiento pero cuando leo algo de escala o kayak en Noruega me pongo a dar saltos ;-)))).

Saludos desde Castellón