domingo, 14 de junio de 2009

Otro “por fín”…..el Ancares:

Hola de nuevo. Aquí os va la guía práctica del río Ancares, seguramente uno de los más interesantes y completitos de la provincia de León y de toda la Cordillera Cantábrica. Como veis de nuevo he titulado al post como “por fín”, ya que como ocurrió con el Ponga durante años busqué que quienes conocían el recorrido me acompañaran pero las respuestas siempre fueron negativas, lo que no hizo sino incrementar el interés y el respeto por este río. Durante estos años (que han sido muchos joer) no he olvidado esta frase de quien seguramente más veces ha descendido este río, Roberto (“el frutero”) “El Ancares con poco agua malo…y con mucha peor”…¡qué intriga y qué ganas! Así que al final no hubo más remedio que ir al río un poco con el culo al aire, formando (una vez más en esta temporada, gracias amigo) un exiguo equipo con el gran Carliños de Lugo para un recorrido con tanto "caché…"

En el mapa el Ancares se presenta como un pequeño río de desnivel constante que presenta dos zonas claramente diferenciadas en la zona que nos ocupa (unos 10kms): una primera en la que se atraviesa un exigente cañón de cuarcitas y la parte final en la que el valle ensancha un poco más pero que presenta infinidad de pasos de dificultad media. Vamos pues por partes.


Primer paso del Ancares...casi en frio pero precioso


Nada más embarcar (apenas a 200 metros) en el cómodo puente que da acceso a un pueblo abandonado en el límite inferior del coto de pesca de Candín (aguas abajo del pueblo de igual nombre) comienzan las dificultades que no nos van a abandonar ni un instante (slurp!) en los próximos 3 kilómetros. Ojito que en el embarque el río parece manso y con poca chicha; hay un antiguo medidor roto que el día que lo bajamos marcaría (de estar completo) unos 70 cms (60 marcaba el vecino río Cua en Cacauelos; puede ser una buena referencia)…nos preguntábamos ¿sería mucha o poco agua? Más que nada por aquello de saber si estábamos en lo malo o en lo peor que decía Roberto….

Apenas a 200 metros del comienzo se ve que la vegetación de las orillas desaparece y comienza a aflorar la roca madre. A partir de este punto el río se encaja (se aencojona, que dicen) notablemente en el cañón y disminuyen las posibilidades claras de abandonar el río. De hecho este primer paso nos va a pillar un poco fríos pero la belleza del lugar y lo bonito del paso seguro que ayudarán a calentar rápidamente. El paso es un pequeño salto seguido de un rápido muy largo y muy estrecho con fuertes drosajes a la izquierda que exigen seguridad aunque su dificultad técnica no es excesiva.



Desde el primer paso el río se encajona

Una vez superado este punto el río se encaja y los pasos de III y IV se suceden sin interrupción durante 3 espectaculares kms de desnivel mantenido que obligarán a desembarcar frecuentemente para inspeccionar los pasos y a navegar de forma controlada en todo momento. Hay otros dos pasos notables en medio de todos ellos que se detectan por la fuerte ruptura de desnivel que presentan; su inspección es difícil y hay que estar constantemente trepando y destrepando rocas grandes e incluso nadar entre ellas para inspeccionar. En algunos puntos de este sector “del Cañón” hay fuertes drosajes, aunque la presencia de rebufos comprometidos es muy limitada, lo que de alguna forma no deja de ser tranquilizador.

En medio de todos estos pasos y desembarques para asegurar e inspeccionar Carliños y yo comprendemos la clave de este río tan bonito: algunos sifones alejados de las venas de agua recordarán porqué el Ancares puede ser malo con tan sólo un poco más de agua; con un poco menos, los pasos estrechos y largos con fuertes desnivel pueden tener una navegación muy incómoda e incluso comprometida ya que con el caudal que encontramos algunos pasos muy largos de III mantenido nos apretaron un poco las clavijas. Al parecer tuvimos la suerte (después de tanto tiempo) de pillar un caudal próximo al óptimo.

Otra clave de este recorrido, que desciframos enseguida, es que dos kayakistas son muy poca cosa para afrontar el recorrido y en algunas ocasiones nos vimos forzados a asegurar más el material que al paisano por lo comprometido de los accesos al cañón; un grupo de 4 kayakers, incluso de nivel heterogéneo, podrá afrontar todos los pasos con seguridad siempre que esté dispuesto a trabajarse correctamente las orillas.

Poco antes del final del sector del cañón vamos a encontrar un estrechamiento inferior a dos metros en el que una enorme raíz forma un tapón-sifón bastante malo; para desembarcar con seguridad (teniendo en cuenta que va a ser difícil localizar el paso en medio del cañón) habrá que estar bastante atentos a partir de la 1.30-2 horas de recorrido (sí, se tarda bastante en esos primeros kms). Hay una minúscula contra a la derecha justo antes de la raíz; nosotros salimos del río a la izquierda mucho antes del tapón y después hicimos un bac asegurado hasta la pequeña contra… para desde ahí comprobar que durante los siguientes 200 m el río presentaba un caos de bloques completamente infranqueable…así que una vez localizada la raíz en cuestión hay que prepararse para hacer un largo porteo muy difícil en el que va a ser necesario el uso de cuerdas para ir pasando los kayak sobre varios bloques de roca, bajo ellos, sobre lajas y con abundantes destrepes….entre las dudas del primer momento hasta detectar el infranqueable y las siguientes, nosotros empleamos más de una hora de esfuerzo físico intenso

Carliños marcando el drosaje de un paso obligado

Al reembarcar nos encontraremos con uno de los pasos más bonitos del río…según nos vaya en él, claro. Prácticamente el embarque se hace sobre un rápido que termina en un salto de unos 2 metros que tiene dos complicaciones: si fallamos en tomar la vena de la derecha (que “debería” permitir volar limpiamente) nos daremos contra una roca en medio de la rampa que además nos llevará de cabeza a una impresionante marmita… con el caudal señalado la vía de “despegue” de la derecha parecía factible pero no del todo clara (con menos agua seguramente no exista) y la potencia de la recirculación vertical y horizontal del agua en la marmita era muy poderosa…hicimos un honroso porteo también bastante duro para embarcar justo debajo del saltillo.



La clave del Ancares: economizar fuerzas en los porteos


Recapitulando hasta el momento tenemos un recorrido maravilloso recorrido de 3 kms por un cañón exigente desde el punto de vista técnico, físico y también psicológico, con muchos pasos que ha habido que asegurar y/o portear y en los que hemos empleado unas 3 horas de duro esfuerzo…la razón por la que es un río que mucha gente no quiere repetir es que en este punto muchos se vienen abajo ante la expectativa de otros 7 kms similares a estos; además, los continuos porteos y desembarques habrán minado la fuerza de los menos entrenados o no habituados a escalar. La suerte es que la “presión” del cañón cede un poco y en este punto es posible abandonar el río (pero también seguramente el kayak) en dirección al pueblo abandonado de XXX (no me acuerdo joer) situado en lo alto del monte.



Salida del infranqueable; el paso más duro a continuación


Vale, segundo sector. Ya algo cansados comenzamos a navegar el segundo sector con la esperanza de poder ir resolviéndolo a vista. El desnivel es algo menor y el río más ancho, pero nada, sigue habiendo muchas rupturas de pendiente y numerosos pasos sencillos pero muy largos (máximo III+, III muy mantenido) que obligan a mirar constantemente…más embarques y desembarques y el río que se pone progresivamente más sencillo aunque ya llevamos 5 horitas dándole y sigue habiendo necesidad de desembarcar para ir inspeccionando…

El cansancio aparece y comenzamos a posponer el disfrute para cuando lleguemos al final, concentrándonos en seguir concentrados (valga la rebuznancia) para no cagarla al final; la última hora sigue transcurriendo entre bonitos pasos con algunas presas (ojo, una no tiene recepción y es muy alta) que nos indican que el final del recorrido tiene que estar cerca…la bobadina: un paso en apariencia sencillo pero muy estrecho nos hace nadar a los dos a un tiempo…muchas risas y ninguna consecuencia.

Tras 6 horas justas (el mayor reto que impone el Ancares) llegamos al desembarque en San Martín de Moreda; yo llego hecho trizas (la noche anterior fue horrible para mí aquejado de las horribles “cagaleras de la muerte”)…sin embargo el Carliños sale del barco y dice que por él lo repite mañana, y que hay que hacerlo todas las semanas…por algo es el único que he conseguido liar para el Ancares, porque está loco…y porque es un excelente compañero en el río.



Sector representativo del 2º tramo de 7 kms


Ahí os quedan unas fotos de tan precioso día. Espero que esta guía os sirva para acercaros a este maravilloso río con seguridad y …preparados. Y sobretodo: gracias Carliños, eres grande dentro y fuera del río.


Texto: Carlos Rodríguez, Carliños Ares/ Rocroi Team
Fotos: Producciones Bicho

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